La fisioterapia puede hacer cosas maravillosas. Es una ciencia que conoce el cuerpo humano, más allá de los aspectos músculo-esqueléticos. Alivia los males y puede devolver a un estado óptimo a quien recibe rehabilitación. Incluso puede entrar en el campo de la neurorrehabilitación. En GELCI trabajamos la neurofisioterapia con pasión y usamos múltiples técnicas de trabajo según tus necesidades. Una de ellas es el método Perfetti, protagonista del post que ahora nos ocupa.
Sí, es un nombre muy italiano, ¿verdad? Pues es el apellido de su creador, Carlo Perfetti, originario del país transalpino. Aunque su nombre técnico es en realidad el de Ejercicio Terapéutico Cognoscitivo. Su principal objetivo es estimular la actividad cognitiva para recuperar el movimiento tras una lesión neurológica.
Su proceso ha ido evolucionando con el paso de los años. Empezó como una solución a la mano afectada por hemiplejía y ha ido adentrándose en poder trabajar con todas las partes del cuerpo, adaptándose de esta forma según la situación. Es decir, estamos hablando de una terapia muy completa con distintas variantes.
Cuando decimos que estimula los procesos cognitivos, hablamos de
la percepción, atención, memoria, lenguaje…
¿Quién recibe el tratamiento?
Lo mejor del método Perfetti es que se personaliza según el paciente y su progresión. Las personas que llevan a cabo esta terapia, como ya hemos comentado, sufren lesiones neurológicas o traumatismos de todo tipo que les ha afectado al movimiento.
Por lo general, la mayoría de estos casos pueden recibir tratamiento, a no ser que hablemos de un daño muy importante.
¿Y los niños? También pueden trabajar con el ETC. Pero ya sabes que no son adultos de menor tamaño, están en desarrollo y sus condiciones son distintas. Y también conoces que nosotros estamos especializados en fisioterapia infantil. Por ello, sabemos cómo adaptarnos a los más peques. Para ellos, esto debe ser un juego.
Ejercicios del método Perfetti
Llegamos a la ‘sala de máquinas’ de la terapia, las tareas que se realizan para obtener resultados. Los pacientes deben contactar con su entorno y la información que reciben de este y de su propio cuerpo para realizar el movimiento. ¡Dato importante! Hay que hacerlo con los ojos cerrados. A partir de ahí, buscamos las dificultades que puedan surgir y comparamos los resultados con lo que se esperaba conseguir para seguir trabajando.
La forma de conseguir todo esto es a través de una serie de ejercicios de toda clase, según el problema neurológico. El uso de objetos específicos es fundamental para organizar y saber usar la información corporal afectada.
Con el paso del tiempo, los procesos cognitivos se van activando, tanto espontáneamente como por la labor del rehabilitador. El camino puede ser largo, pero hay que trabajar con delicadeza y los resultados son muy positivos para mejorar la calidad de vida de la persona que recibe el tratamiento.
